En España la tradición de Nochevieja más extendida es la de las doce uvas, que aunque se piensa que tuvo sus orígenes en Elche, en 1909, año en el que unos viticultores de la región del Baix Vinalopó la iniciaron para dar salida a un excedente de cosecha,[3] realmente está documentada al menos desde diciembre de 1897.[4] Consiste en comerse una uva cada campanada que da el reloj de la Puerta del Sol a las 12 de la noche el día 31 de diciembre, antes, claro, acompañada con una buena cena en reunión de toda la familia. Se dice que quien no coma las 12 uvas antes de que terminen las campanadas tendrá un año de mala suerte.
También, una vez que ha finalizado el año, es muy típico ir a discotecas, publicas y demás sitios donde se celebre la entrada y salida del año.
De unos años a esta parte, se ha puesto también de moda llevar ropa interior roja: bragas, calzoncillos, una liga, etc.
Cada ciudad de España tiene un lugar particular para recibir el Año Nuevo. El más conocido e importante es la Puerta del Sol en Madrid. Allí se reúnen miles de personas frente a un reloj centenario. Después de las 12 campanadas ya en el año nuevo es muy común felicitarse el año con todos los familiares de la cena y llamar a todos los que están fuera. Después se brinda con champán, cava o sidra.
Este evento se retransmite en directo por la televisión. Los españoles desde sus casas esperan el momento de la primera campanada para comer las doce uvas, 36 segundos antes de la medianoche. Se come una uva cada tres segundos, una por cada campanada. Previamente, antes de las campanadas, baja una bola metálica del reloj y suenan cuatro cuartos.
En la Nochevieja de 1999, la locutora de Televisión Española Marisa Naranjo se equivocó y anunció como cuartos lo que en realidad ya eran las campanadas. De esta forma, involuntariamente, dejó a muchos los españoles sin poder tomar las uvas. Al día siguiente, la noticia apareció en todos los medios de comunicación. Al final la despidieron. Hoy en día, aún se recuerda ese famoso gazapo televisivo.[5]
Además de las campanadas y de las doce uvas, es muy típico en muchos municipios de España, la recepción del Año Nuevo mediante el encendido de grandes hogueras.
También en la ciudad de Coín (Málaga), Pamplona y en Nájera (La Rioja) existe una costumbre que ya va siendo tradición de disfrazarse en esta fecha, pudiendo ver el casco antiguo lleno de personas disfrazadas poco después de las campanadas.